Tipo
- CNA
Este trabajo trata sobre la aplicación de la aerofotografía como técnica de registro no invasivo desde la década de 1920 hasta la actualidad aplicado en los trabajos catastrales relacionados con la arqueología peruana. La aerofotografía se inicia en el Perú en la década de 1920, aunque es en la década de 1940 que los registros aerofotográficos comienzan a usarse como estrategia metodológica, contribuyendo al estudio del patrón de asentamiento. Como parte de las actividades del Instituto Nacional de Cultura, en la década de 1970 se elaboran los primeros inventarios y cartas arqueológicas sobre la base de aerofotografías de décadas pasadas. En la siguiente década, John Hyslop elabora el primer ortomosaico georreferenciado con instrumental topográfico usando puntos de control terrestre en el Incahuasi de Lunahuaná. La información aerofotográfica y de inventarios producida en el milenio pasado ha permitido, al día de hoy, tener una base de registros arqueológicos, así como elaborar un catastro arqueológico, plasmado en el georpotal del SIGDA del Ministerio de Cultura. Desde el año 2013 el Ministerio de Cultura, con la oficina de Nuevas Tecnologías, realizó un registro arqueológico a nivel nacional de aerofotografías con equipos RPAs, trabajo que se vio interrumpido en el año 2018 por temas presupuestales, y que han sido retomados por la Dirección de Catastro y Saneamiento Físico Legal a partir de este año. Actualmente, esta actividad produce ortomosaicos, modelos digitales de elevación (DEM) y modelos 3D subidos en plataformas como Sketechfab. Esta presentación tiene como objetivo reafirmar los beneficios del uso de aerofotografías de décadas pasadas, así como el uso de nuevas tecnologías para el registro arqueológico.
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